El amor mueve el mundo



Vivo en una duermevela. ¿Quien no ha sentido la necesidad de correr, de romper con todo y de huir?
De hacerse un ovillo con el solitario deseo de que el tiempo pase.
En días me busco y en días me encuentro y en días me suicido. Quiero saber si soy verdad o si me engaño. A veces camino solo, a veces la soledad me acompaña, a veces me rió de mi, a veces la risa soy yo, a veces hablo, pero no me escucho, a veces escucho pero no hablo, a veces me callo. Y mi cerebro me escupe veneno de a 50 cent la garrafa, y todo... Todo por que a veces quiero ser yo, pero a veces me niego, y entonces... Entonces sufro...Si, sufro... Y mi corazón hecho papel y lapicero, escribe renglones desesperados. Mis ojos lloran arena, mi alma huye perseguida por mi mismo, mi sangre acaricia la esperanza, y al tocarla se hace costra. Busco mis manos para protegerme, pero son de humo, un humo podrido y desdentado y yonqui, y todo porque quiero ser yo, pero a veces me niego, a veces no se quien soy. 




Soy cada uno de los lugares en los que he estado. Soy los caminos que me quedan por recorrer. Soy los puentes que dinamito cuando me marcho, que si tengo que volver ya volveré por otro lado. Soy un sueño en el que tengo una pesadilla por no poder soñar. Soy lo que me hace llorar y cuando lloro soy yo y cada una de mis lágrimas. Soy la gangrena en unos pezones de miel. Soy la tristeza de una paja a oscuras. Soy una muñeca hinchable buscando un alfiler. Soy el cartel de "aforo completo" de un tanatorio. Soy la resaca de un abstemio de besos. Soy la lluvia y soy el charco. Soy la necesidad de que algún día el amor mueva el mundo. Soy los sentimientos que os he arrancado con esto. Soy un puto tarado, y vosotros más por escucharme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario