Hay una pared
blanca mirando como te pierdes, deseando que le dibujes una cascada y un bosque
que nunca pudo ver. Y sueña con tu calor, cuando la abrazas por la noche se
estremece y llora gotéele. Necesita saber que no la tirarás cuando todo vaya
mal y sientas que no puedes seguir pintando colores alegres. No quiere verte no
sufrir, solo quiere tenerte cerca y que le cuentes mil historias. Qué más da si
es mentira o verdad si lo que cuenta es que la quieres. Y hay gente que no
tiene nada y ella te tiene a ti y le parece suficiente para vivir.
Y al fin y al
cabo sigo pensando en ti
Y apostando cada
letra de las palabras que quiero que escuches
Decirte que lo de
locos se ha quedado corto
Y los peldaños se
acaban, se apagan
Y volvemos a
estar solos pero sin miradas
Ya sabemos que el
miedo siempre vuelve
Se queda con
ganas y nos rebusca
Pero no quiero
que encuentre nada
Y como decirte
que no soy yo
Pero a veces si
que lo soy
Y esas veces es
de lo mejor
Casi puedo prometértelo
Pero no lo hago y
no lo haré
Porque eso es
demasiado para limpiar zapatos
Que sigo
caminando sin saber certezas
Solo porque el
viento me empuja y esta bien
Vuelvo a decir la
frase correcta
Todo va a salir
bien
Y quizás alguna
vez se cumpla
Y se acabe este
nihilismo a medio cortar
Que huele a
tierra de gato y aparenta normalidad
Y quiero romper
todas tus camisas y tener rabia
Y pegar a un saco
de arena
Solo con la arena
me conformaría
Pero es que
prefiero sentir en las rodillas lo que no sentía en las manos
Y saber que
mañana amanece de nuevo
Y de verdad que
lo quiero
Porque puede que
te vea
O puede que me
veas tu y yo ni me de cuenta
Pero hablando de
cuentas
Nos queda una
pendiente
Que ni tú ni yo
ni el 13
Podemos guardar
toda la suerte de un solo trébol.