Muerto el perro se acabó la rabia



No sé ni como pero encontramos nuestro refugio y fue maravilloso.
Y luego tuvimos que volver y ser de nuevo quienes somos,
por separado, que juntos tenemos la capacidad de destruirnos.
Fue un desastre, inventamos un nuevo caos.
Solo nos decíamos verdades, pero de las que duelen.
Parecía que no teníamos nada bueno que contarnos.
Aprendimos a ser crueles, de alguna forma aprendimos a alejarnos.
No entiendo que me entiendas tan bien.
Yo a ti no te conozco, solo se que había un hueco en tu cama donde
encajábamos.
Pero tenías que irte, tú no sabes quedarte el tiempo suficiente
para que se te conozca.
Escribo esto porque es la única forma en la que puedo decirte adiós
sin mirarte ni tener que explicarte nada,
aunque no lo leas, se que lo sabes
Y se que no te importa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario