Tus palabras parecían una cárcel. No encontré otra solución. Ningún arma era mejor que la tinta.
Lo que no sabia es que me encontraría entre tu sangre. Echar de menos a un desconocido no es lo mejor que podía pasarme. Pero hace frió donde estas y es un poco tarde. Quizás algún día te recuerde y nos sintamos. Odio no saber cuales son tus canciones favoritas. Ni que letra del abecedario te parecía mas sincera. Ni el color mas bonito que has visto nunca.
Y cuando creía que no cabían mas nubes, vas y apareces. Y pareces lo que me faltaba después de tantos inviernos de andar descalza. Ahora tiene explicación que cuando me buscaba en ellos no encontrara nada, eras tu, pero tampoco lo sabias. A estas alturas de la resaca espero que sigas dormido.
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