He vuelto a oler a menta al recordarte. Nunca me dijiste
donde comprabas esos chicles pero no se venden en tiendas, los he buscado, te
lo prometo. Lo que no se es por que tenías tantas cajas en los armarios, con
tus secretos, como te gustaba llamarlos. Y acumulábamos tantos abrazos cuando
me llamabas por teléfono que al verte me olvidaba de soltarte. Que me atraparas
tanto me hacia libre. Sigo sin entender el tiempo, y esas arrugas que te
formaba en la frente, y la nieve que se iba quedando pegada en tu pelo y te
empeñabas en pintar de un color mas alegre, que hablara de ti. Y por encima de
todo sigo creyendo en los cuentos que me contabas y viéndote en las miradas de
la gente. Queda un poco de ti en cada rincón que encuentro y cada día estas más
cerca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario