Histrionismo decimal


Solidificando edificios quemados por el hielo y el no saber. La rutina y el día noche que oprime mi garganta y me atrapa en cada coche que para pero no llega. Y así poco a mucho desandamos el camino sin asfalto que hicimos deshaciendo lo vivido. Escuchamos las canciones en mute para ver si oímos lo que no sabemos ver y podemos codificar lo que sentimos. Pero los sentidos se bloquean si los usas demasiado y la costumbre los consume. Los cuervos giran sobre tu cabeza en elipsis casi perfectas que no contemplan el miedo. Enrojece cada duda de vergüenza en las miradas que desnudan los impenetrables muros de las preguntas. Grita el mudo su desesperanza. Mirarlo desde el cielo es más divertido que frotar lámparas. 

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