Semáforo en rojo dudoso


Nos perdimos tanto por no estar en el momento adecuado que aún seguimos buscando explicaciones al tiempo. Y no sabemos huir demasiado bien, ni darnos las manos sin rompernos. Nacimos en un tiempo equivocado, nos perdimos lo mejor, nos perdimos sin más. Los mares no aguantan tantas dudas y miedo. No se puede seguir a base de escondernos. Algunos quieren más de lo que tienen, pero no tienen nada, no pueden… Él quería caminar, solo caminar, pero alguien no le dejó. Por eso sigue contemplando la ruleta desde el taburete de algún bar. Por eso ella observa el movimiento en la ventana de la soledad. Nadie se pertenece y por eso nadie se tiene a si mismo. Nadie quiere libertad si eso significa quedarse quieto y soñar. No hay esperanza para los peces de ciudad, no hay alcohol suficiente para cubrir tanta realidad. Nada y nada será mañana.

Hay tantos semáforos en rojo que frenan a mis sentidos. Tantas dudas, tantas luces, tanto ruido. Hay movimientos sin motivo, rutina lo llama alguno. Tanta vida y tanta muerte. Tanto afán de comprenderse. Tanto ver lo que no se ve, que no lo sientes. Cosquilleos en la mente y ganas de perderse. Minusválidos cegados por la furia del momento. Sinsentido. Sin motivos.  Tantos caminos empedrados incapaces de deshacerse. Tanta ruina. Tanta huida. Tantas vendas para no tenerse.

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