No lo compres

Hipotenusa que corta en segmentos obtusos que nunca duermen si no es en camas de algodón egipcio.
Zapatillas perdidas en mundos insuficientes inundados por el ruido.
Cordones que aprisionan más que cadenas de hierro olvidadas en un cajón místico de la mesilla.
Olvidado todo aquello que no factura en mi aeropuerto.
Demasiado contrabando guardado en maletas que no vuelan y sólo viajan en coches de plástico.
Bicicletas con ruedas giradas pero que no dejan de rodar hacia delante.
Caminos que se cortan y no tienen cartel de salida de emergencia.
Lo incomprensible se comprende con luces apagadas y persianas negras que no reflejan sombras.
No quedan reflejos en los espejos que improvisan miradas de odio sin odio.
El miedo paraliza, pero el ibuprofeno te hace correr demasiado.
Acelerado el mundo y las esferas que comienzan a parecer espirales desaparecidas.
Busca, compara, y si encuentras algo mejor, no lo compres.

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