Hoy me como el mundo con las manos. Sin servilletas ni aguafiestas que me metan en la norma. Hoy decido tener hipo como al principio y beber agua haciendo el pino. Me tumbo con las piernas hacia arriba y la cabeza hacia abajo para que circule algo, aunque no haya nombres. Hoy elijo ducharme con ropa y gafas de sol mientras bailo una canción de los 80. I´m burning. Leo las palabras al revés para ver si así se entienden. Dibujo caparazones de tortuga en la pared que dejan manchas amarillas con el sol. Será la luz, será la sombra. Y el café, que ya no hago por la pereza que da limpiar la cafetera. Prefiero coca-cola, quizás cerveza. Y descubro que raspa en la garganta, como angustia, como agujas que se clavan. He perdido dos papilas gustativas, y un papa, con su fe y sus creencias, respetables pero no creíbles. Y es que violan a niños y cierran los ojos. Matan de hambre, condenan a almas a nacer sin nada. Prefieren gente muerta que personas vivas. Prefieren que no pensemos, que callemos pero no otorguemos. A mi que no me vuelvan a poner una pancarta en el césped, que no me vuelvan a dedicar insultos maravillosamente ilusos por quitarla. Vuelve a tirar algo a mi terraza y te quedas sin cruces en tu casa.
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