No tienes por qué parar...

Si, si tengo que hacerlo. Porque si no lo hago todo empezará otra vez, y entonces acabará otra vez. Por eso.



Y no hay nada que no se haya dicho, aunque parezca que si. Aprendiste demasiado pronto a caminar, y eso suele conducir a las caídas. Ya sabemos que no se echa de menos lo que nunca tuvimos, pero hay algo que echaremos de menos siempre aunque no sepamos qué es. Es el aburrimiento, que hace que hagamos cosas extrañas. A veces volvemos a tener 6 años. Dile al avión que pare un momento, necesito tomar el aire. Espérame siempre despierto, como cuando dormías en la cama de al lado. Y por favor, no te olvides de dejarme la cena en la nevera, que no soporto la comida caliente. Si consigues acordarte, vuelve a cantar esa canción que descubrimos entre las rocas. No te vayas nunca, que sabes que necesito un abrazo para levantarme por las noches.

No hay comentarios:

Publicar un comentario