El payaso me recuerda a ti.



Si el payaso te mira, dale la espalda.
No trama nada bueno, casi nunca lo hace.
No tiene flor pero es tan bonito.
Te caes y te quedas en blanco.
Si te levantas se dará cuenta.
Mejor no te muevas y te haces invisible hasta que se vaya.
Podrías perseguirle a su batcueva
Pero tus pies no se mueven.
Te está mirando, pero no puede verte.
Respira, que a veces se te olvida todo.
Si viene hacia ti será mejor que corras.
Es un consejo, no lo sigas.
Que los consejos sirven para ser escuchados, pero no para seguirlos.
Si te encuentras una nave espacial invisible, como tú,
Súbete a ella.
Sólo tú puedes ver naves invisibles.
Y volarás por el hiperespacio o como quieras llamarlo.
Escríbelo todo y luego si quieres me lo cuentas.
Quiero saberlo.
No te rías de los gnomos, son tan vengativos.
Escucha una canción una y otra vez hasta que sea tuya.
La escribieron para ti, no tengas dudas.
Si quieres algo de beber, bébete esas lágrimas que se le escapan al payaso.
Y dale vueltas, verás que suena una melodía.
Le conozco desde siempre y es un atrapasueños.
No confíes demasiado.
Su música es perfecta, te ayudará.
Pero es que a veces hace daño sin quererlo.
Estás genial y te regala una canción triste.
Te recordará que no todo es alegría.
Pero esta bien, puedes hablar con él.
Aunque nunca dice nada, creo que no tiene lengua.
Cuenta chistes con las manos.
Si estás atento le entenderás.
Sólo sigue la melodía del payaso sin sonrisa.

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