Que nos den por culo y punto!



Nos drogamos. Nos intoxicamos el cuerpo pensando que así la mente se siente mejor. Pero estamos jodiendo mentes. Nos metemos tanta mierda que olvidamos como éramos. Nos olvidamos de los detalles que nos hacían felices. Detalles simples que parecen insignificantes pero tienen un significado. Intentamos auto fabricar felicidad por medio de pastillas sonrientes.
Estamos equivocados. La felicidad no se fabrica, se siente. Se encuentra cuando no te das ni cuenta. A veces ni siquiera sabes que estás siendo feliz, pero lo estás siendo. En esos momentos de risas subjetivas e impulsivas que improvisas en un parque rodeado de gente y dejas de pensar y sólo ríes. Eres feliz. Pero no lo sabemos apreciar. No nos conocemos lo suficiente como para darnos cuenta de qué es lo que sentimos.
Nos engañamos, crucificamos, inmolamos, ahogamos, ahorcamos, nos matamos. Y no nos damos cuenta. Eso no es auto destrucción. Es odio, lastimero y escurridizo, pero odio al fin y al cabo. Y eso es. Dejémoslo así. Odiemos todo y a todos. Seamos infelices y oscuros todo el tiempo. Sacrifiquémonos por nada. Seamos estúpidos, cobardes y huidizos. Que no importe. Limitémonos a mirar una pared proclamando que nos merecemos un castigo. Duchémonos con agua fría. Hagamos llorar a un niño. Robemos a los ancianos. Vendamos nuestra alma a un ángel negro. Neguemos los abrazos y el cariño. No hagamos el amor, follemos. Arañemos y mordamos mientras follamos, hagamos daño y seamos crueles. Que como no somos felices, nadie más puede serlo. No aprendamos nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario